Y otra mas

 

 

Parece mentira que una semana se te pueda hacer tan larga, seguramente debe ser porque la semana pasada tuve la fortuna de poder cazar tres d?as , el mi?rcoles, el viernes,? y el domingo, y aunque fueron unas jornadas muy, muy pobres en capturas al menos estuve cazando, que a la postre es realmente lo que importa.

Parece incre?ble, que con el paso del tiempo no se me quite esta verdadera pasi?n que tengo por la Caza de la Paloma Torcaz con Cimbeles, para nada, al contrario, ?y cada vez tengo m?s fiebre por esta bonita modalidad de caza.

Seguramente muchos de vosotros sentir?is lo mismo, y por eso entender?is lo que os digo a trav?s de estas? sinceras l?neas.

Llevo intranquilo y deseoso a la vez por que llegue el fin de semana desde el mi?rcoles, ya el martes prepar? algo de lo que tengo intenci?n de llevar el s?bado y el domingo. El jueves ya ten?a casi todo metido en el coche, y el viernes ya no pensaba en otra cosa, decirme a mi si esto no es afici?n, yo m?s que eso a esto le llamar?a? fiebre cimbelera ?pura y dura.

Sin hacer planes a fondo, ten?a intenci?n de cazar el s?bado en una de las fincas de Torrej?n, aun no sab?a exactamente en cual, pero si en una de ellas, y desde all? marcharme por la tarde a Salamanca, para cazar el domingo con Jos? Luis en su finca. Este me hab?a dicho el mi?rcoles que ya se ve?an de nuevo palomas en ella, y sobre todo en el sitio donde yo suelo ponerme cuando voy, en el famoso REGATO, algo que aunque parezca mentira me gusta mucho, pero a la vez me siento algo incomodo porque es una zona muy buena donde casi siempre hay palomas, pero Jos? Luis se enfada cuando? le digo que se coloque el all?, y este me dice que ese es mi puesto, y punto, y yo como soy muy obediente siempre le hago caso.

El caso es que el viernes retir? la carne que tenia encargada para comer el domingo, y ultim? todos los preparativos para salir temprano el s?bado hacia Torrej?n.

 

A las cinco treinta de la madrugada ?son? el despertador, despu?s de asearme y recoger? la comida y las escopetas ?fui a por las palomas al campo y de paso le cog? unas naranjas a Jos? Luis, porque s? que le gustan mucho, me acerqu? a desayunar a la churrer?a de siempre y desde all? sal? para Torrej?n, treinta minutos m?s tarde estaba abriendo la cancilla de entrada a la finca, y diez m?s tarde estaba sacando del coche todo el equipo para a continuaci?n montar, dos verticales en las encinas que tengo delante del puesto natural, una cimbelera en V en otra encina que esta algo escorada hacia la derecha, y la vara Portuguesa en la encina que me dar?a la sombra. A continuaci?n les coloqu? las caperuzas a los ciegos y recog? en el interior del puesto el sobrante del equipo.

Sobre las 8,30 apareci? en el puesto mi amigo Francis que ven?a a verme y de paso a pasar un rato conmigo, despu?s de los oportunos saludos? acabamos de preparar todo el equipo y nos dispusimos a esperar que fueran las nueve.

A m? en principio no me hab?a gustado que al llegar ?hubieran salido de la zona donde mont? media docena de palomas solamente, eso en principio es mal s?ntoma pero ya est?bamos all? y hab?a que esperar a que diera la hora para saber si las hab?a o por el contrario no.

Sobre las nueve y cuarto de la ma?ana una paloma que ven?a de regato fue tentada por mis cimbeles y se pic? como una posesa, dando con sus plumas en el suelo, siendo esta la primara torcaz cobrada de la ma?ana. A continuaci?n cobr? otras tres m?s seguidas que entraron tambi?n muy bien, pero la cosa se par? en seco, las palomas hab?an desaparecido totalmente y aquello se hab?a quedado desierto de ellas. Francis y yo comentamos si desmont?bamos y nos ?bamos a la zona de la ?Torreta, o si por el contrario nos qued?bamos all?, este al final me convenci? para que desmont?ramos y fue lo que hicimos, sobre las once y media ya ten?amos de nuevo todo el equipo metido en el coche y arrancamos direcci?n a la torreta.

Durante el trayecto en el camino salieron algunas palomas de las encinas, pero la sorpresa fue al llegar al alto del cerro que da a la salida? de la finca, de all? comenzaron a salir palomas en cantidad, y estas hicieron que de momento se me pusieran los nervios nerviosos. Eran bastantes palomas, y una vez que dieron un par de vueltas por la zona volvieron a posarse m?s o menos de donde hab?an salido. A m? me gust? tanto aquello que sin dudarlo un momento le dije a Francis que dejar?amos la torreta para otro d?a y? montar?amos de nuevo en la zona de donde acababan de salir tantas palomas.

 

Ayudado por este en algo menos de una hora ya ten?amos de nuevo todo el equipo? montado esperando que se movieran algunas palomas. Yo pensaba que la palomas a esa hora no se mover?an, pero sobre las dos treinta, o las tres s? que lo har?an y aprovechar?amos para poder arreglar el d?a.

Y si que se movieron algunas a partir de las tres de la tarde, pero ni mucho menos en la cantidad que hab?an salido.

Durante la tarde le dej? a Francis que tirara algunas palomas que por cierto fall?, me dec?a que mi escopeta estaba muy viva y que no se encaraba bien, el caso es que no se qued? con ninguna de las que hab?a tirado, a pesar de que hab?an entrado m?s que cumplidas al cimbel. Viendo que este no mataba ninguna volv? a coger la escopeta y consegu? cobrar dos torcaces mas en dos espectaculares lances, l?stima que dieran las cuatro de la tarde y tuvi?ramos que recoger, porque a partir de esa hora y como suele ocurrir m?s de lo que deseamos entraron bastantes palomas pos?ndose algunas con los cimbeles mientras permanec?an en las encinas. El caso es que nos resignamos y acabamos de recoger todo el equipo, y a las cinco de la tarde nos est?bamos despidiendo en la cancilla de entrada, el tir? hacia C?ceres y yo cog? el camino de Salamanca. Una hora y media m?s tarde ya estaba llamando a mi mujer para decirle que ya estaba en el hotel.

Despu?s de sacar de la bolsa la ropa y colocarla en los armarios destinados para ello me di una ducha caliente me vest? y baj? al coche para dejar todo colocado para el d?a siguiente, a continuaci?n llam? a Jos? Luis para quedar el d?a siguiente.

Sobre las ocho treinta de la tarde baj? a la cafeter?a y me tom? dos cervezas con unas aceitunas, y un poco m?s tarde cen?, y despu?s de dar un paseo por los alrededores del hotel para estirar las piernas sub? a la habitaci?n y me met? en la cama.

All? mientras ve?a la tele no dejaba de pensar en la jornada que hab?a transcurrido, no dejaba de pensar en todas aquellas palomas que se levantaron del cerro cuando ?bamos por el camino, y tambi?n donde habr?an estado para no dar la cara hasta pasadas las tres de la tarde, pero bueno, al menos hab?a cobrado media docena de torcaces y hab?a pasado el d?a junto a Francis.

Calculo que sobre las once me quedar?a dormido como siempre pensando en aquellos bonitos pero insuficientes lances que hab?a tenido con mis amigas las azules, esperando que al d?a siguiente lo fueran algo m?s.

 

Unos minutos antes de las seis de la ma?ana ya estaba esperando a mi amigo Jos? Luis en la puerta del Hotel, este no tard? en llegar, y despu?s de darnos un afectuoso saludos salimos hacia la finca.

Una vez que hab?amos desayunado bajamos los dos hacia el regato, Jos? Luis para darle de comer a las vacas antes de ponerse, y yo para ponerme en el puesto del regato, diez minutos despu?s nos despedimos dese?ndonos suerte, ?este se fue a sus labores y yo me acerqu? al regato, para a continuaci?n montar el puesto y ponerle unas ramas de encinas para camuflarlo algo m?s.

Como suelo ponerme en este puesto, ya no hace falta que haga las gu?as para subir las cimbeleras, ya las tengo hechas desde hace tiempo y se donde tengo que colocar a los diferentes cimbeles en cada encina. Mont? dos cimbeleras de bomba en dos encinas que tengo delante del puesto, una a la derecha y la otra a la izquierda, estas dos para llamar a las torcaces a largas distancias, tambi?n mont? la vara Portuguesa, en la encina que me dar?a la sombra hasta las tres de la tarde mas o menos, y a pesar de estas tres tambi?n mont? una cimbelera en uve doble a mi derecha y para intentar centrar aun mas a las torcaces que vinieran picadas a las bombas.

Cierto es que todo ello lleva mucho trabajo, pero a la larga es beneficioso para la plaza el montar tantas palomas, porque a pesar de que la plaza en cuesti?n es algo cerrada y eres tu el que tiene que estar muy atento para efectuar las llamadas lo antes posible, algunas torcaces ven a los cimbeles antes de que tu las veas a ellas, y eso se traduce en que a veces te sorprenden con las alas abiertas y dispuestas a posarse con ellos, y entre otras cosa el trabajo a esta hora de la ma?ana ven?a bien porque el frio que hac?a era mucho, en concreto siete grados bajo cero, y esto ayudaba a entrar en calor. Una vez que les puse las caperuzas a los ciegos, recog? todo el equipo sobrante y llev? el coche a esconder, al dejar el coche debajo de una gran encina donde suelo esconderlo salieron varias palomas de los alrededores cosa que no me disgust?.

La helada que hab?a era espectacular, todo el suelo parec?a que hab?a aguantado una buena nevada, y creo que fue el motivo por lo que las palomas tardaron mucho en moverse, pero el caso es que cuando lo hicieron consegu? tener unos preciosos lances de torcaces que se tiraban sin paraca?das, era todo un espect?culo verlas venir a toda velocidad hasta la plaza donde ten?a mis cimbeles, r?pidas, muy r?pidas, incluso me ocurri? en dos ocasiones que dej? de tirar a dos torcaces entregad?simas a la vara Portuguesa pues cuando me quise dar cuenta las ten?a a cinco metros, y a esa distancia yo no tiro una paloma, porque en caso de cogerla se le destroza, prefiero no tirarla a tener que dejarla all? en el campo, y eso fue lo que me ocurri? en dos, o tres ocasiones claramente.

Hasta esa hora hab?a conseguido cobrar media docena de palomas, pero a partir de las diez treinta y a pesar de tener un d?a muy fr?o pero espectacular ,dejaron de moverse las torcaces y desaparecieron totalmente, estando algo m?s de dos horas sin ver ni una sola paloma mirara hacia donde mirara.

Jos? Luis hab?a tirado muy poco, pr?cticamente nada, por lo que a la una de la tarde me llam? para decirme que bajaba hasta mi puesto para comer.

Una vez que lleg? hicimos una buena lumbre, bueno, hizo, pues fue Jos? Luis ?el que le dio fuego a la misma, y a continuaci?n disfrutamos comiendo carne en la parrilla, unos boquerones riqu?simos, y unos tragos de vino de pitarra.

Cuando acabamos de comer hicimos varios v?deos caseros relacionados con esta bonita modalidad de caza, que pr?ximamente Jos? Luis se encargar? de ir subi?ndolos a la p?gina.

Yo ten?a ilusi?n porque las palomas se movieran por la tarde, y poder cobrar al menos otra media docena, pero no pudo ser, las palomas brillaron por su ausencia y solo pude cobrar cuatro mas, eso s? cuatro lances espectaculares, que hicieron que me quedara un buen sabor de boca de aquella ya finalizada, y ?rara jornada de caza.

Sobre las cinco de larde ya ten?a casi todo recogido, y media hora despu?s ya me encontraba en mi coche acerc?ndome poco a poco hasta la casa, para desde all? despedirnos, pues Jos? Luis tenia prisas y marcharnos hacia nuestros destinos.

L?gicamente Jos? Luis lo har?a hacia su casa, y yo hasta el hotel, ten?a intenci?n de quedarme a dormir y salir al d?a siguiente muy temprano para estar en casa sobre las ocho de la ma?ana.

Despu?s de darle un buen lavado al coche sub? a la habitaci?n e hice lo propio conmigo, descans? un buen rato y sobre las nueve baje a cenar.

Despu?s de cenar sub? a la habitaci?n me met? en la cama y creo que sobre las diez treinta dej? de ser persona y me qued? dormido, eso hizo que a las cuatro treinta de la madrugada del domingo al lunes ya me estaba preparando para hacer el viaje de regreso a C?ceres.

Hab?a finalizado un fin de semana mas cimbeleando a nuestras amigas, en esta ocasi?n y sobre todo el domingo fue una jornada rara, el d?a fue espectacular, una jornada muy fr?a pero soleada, incluso sobre las doce treinta se levanto un viento tambi?n helado pero que en teor?a ayudar?a a las torcaces a moverse, pero ni as?, sobre esta hora Jos? Luis vio algunas palomas y cobr? un par de ellas, pero yo segu?a sin verlas, y por la tarde a pesar de haber salido palomas de los dos sitios que nos colocamos cuando amaneci?, no volvieron torcaces, por lo que a pesar nuestro las capturas fueron m?nimas.

De todas formas yo con casi una docena de torcaces cobradas ya me conformo, mentir?a si dijera que no me hubiera gustado cobrar tres docenas, pero la caza es as?, y yo con el paso de la edad me estoy haciendo conformista en este tema, y una docena de torcaces cobradas de la forma que yo cobr? las diez del domingo y las seis del s?bado para mi es m?s que suficiente, y si encima estoy con dos buenos amigos, mejor que mejor. Sigo opinando que todo esto es la esencia de la caza, buenos amigos, buena comida, y si encima tenemos la fortuna de enga?ar a alguna torcaz que otra, bendita sea esta bonita modalidad de caza.

Ya estoy deseando de que Jos? Luis me diga que est? viendo de nuevo palomas en su finca, y si ??l tiene a bien invitarme a que vaya, all? estar? sin pensarlo dos veces, espero de coraz?n que as? sea, ya os contar?.

 

Juan Manuel Alonso Rabazo.-

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